No creo que exista alguien que amé Halloween más que yo, bueno claro excepto las tiendas de disfraces, las tiendas de decoraciones, Costco (que viene amando Halloween desde el mes de Agosto), los sex shops, las dulcerías y los dentistas. Pero a diferencia de ellos yo no amo Halloween por una razón capitalista. Yo amo Halloween porque es la única época del año en que me puedo disfrazar sin que nadie me juzgue… no que eso haya impedido que me disfrace en un día normal.
Y ahora con Max en el mix, no hay nada que me encante más que buscarle un disfraz y ponérselo. Algo está claro. Max está en la edad en la que puedo vestirlo, peinarlo y arreglarlo como se me hinche la regalada gana y no va a decir ni pio. Bueno igual y dirá “mamá” o “caca”, pero al igual que el régimen de Putin, cualquier opinión será completamente ignorada.
- Todavía no desarrolla totalmente un gusto propio
- Los niños de su edad todavía no juzgan o critican a sus amiguitos
- Su inocencia todavía es muy pura y como dice la señora que me ayuda en la casa “ pobrecito, no se puede defender”.
Por eso yo disfruto de estos últimos meses antes de que lleguen los terrible two y aprovecho de él porque con esa inocencia puedes hacer cosas como:
- Cortarle el pelo como quieras.
Una vez intenté cortarle el pelo yo mismo para hacerle un Mohawk y acabo pareciendo Forest Gump. En mi defensa tengo que decirles que cortarle un pelo a un bebé con maquinita es tan fácil como tratar de castrar a un gato sin anestesia. El pelo del pobre Max quedó super chueco, y le dio tanta pena a Chava sacarlo en público a un bautizo que decidió que arreglaríamos el desperfecto llevándolo a una de esas estéticas que por sentarlo en una silla de avioncito, te cobran lo mismo que si el mismísimo fantasma de Vidal Sassoon viniera a hacerle un makeover. Hoy Max tiene un mullet y por más white trash que sea este corte de pelo, él se ve chulísimo. Ahora nada más estoy esperando a que le crezca ese mullet para hacerle una rastita como la de su mamá.

- Ver caricaturas para adultos.
Ya se, ya se. Están en una edad en la que su cerebro es súper maleable, pero sinceramente Peppa y sus amigos más amorfos que las galletas de animalitos Marca Propia ya me tiene hasta la Peppa, si vuelvo a escuchar el spanglish de Dora I´m gonna darme un tiro in the head. A veces poderme echar en la cama y ver un poco de Los Simpsons, Bojack Horseman o Family Guy con mi gordo, verlo que sonríe porque son caricaturas y que todavía no entiende bien lo que está pasando me sirve como descanso.
- Culparlo por tus errores.
Ok, se que este es un golpe muy bajo, pero muchas veces culpo a Max por llegar tarde a cierto lugares, o de plano no ir, porque no es por nada pero ir a misas de aniversarios está muy de flojera, además que seguramente me prendo en mil llamas cuando entre a la iglesia por no haberme confesado… en la vida. Pero aquí les va una confesión que seguramente ni mil Aves Marías me salvarán. Muchas veces culpo a Max de los punes que yo me echo. Ya! Lo dije en voz alta. Lo acepto. La pedorra soy yo. Pero mi pequeño angelito nunca niega cuando yo digo “Uf Max, que feo hueles” y mientras eso dure, Maxito será mi coartada.
- Ahorrar en juguetes.
Mis amigas le dicen a mi gordo, el ghetto baby, y es porque por una gran temporada en la que estaba viajando mucho, no me daba para viajar con los juguetes de Max. Así que le hacía juguetes con botellas de refresco rellenas de frijoles, bloques con tupper vacíos de comida a domicilio y marionetas de peluches con calcetines pintados con Sharpie. Y les digo algo. Él era tan feliz con éstos, como pudo haberlo sido con cualquier juguete de Fisher Price. Digamos que no soy tacaña. Soy eco-friendly. El único problema es cuando sin darte cuenta te pones al Sr Calcetín y él llora porque cree que lo estás pisando. Lo bueno es que el Sr. Calcetín tiene muchos hermanos.

- Inventarte áreas de juegos.
Vivo en un depa mini toy. Y por mini me refiero a que sólo cabemos, Chava, Max, yo, el Sr. Calcetín y un cepillo de dientes que todos compartimos. Para Max salir de la casa es lo mejor que le puede pasar y más si lo llevas a un parque o a un centro comercial. Pero la verdad es que hay muchas veces que a Mamá Wefa, le da mucha flojera salir hasta allá. Hay veces que con tal de llevar a Max al estacionamiento del edificio o hasta subirlo al coche a que haga piruetas en el asiento trasero, el se divierte casi lo mismo que si lo llevara a Disney. Todo es cuestión de cómo se lo venda: “Max ¿quieres ir al parque de los coches (estacionamiento) o quieres ir a la nave espacial (coche)? Les digo. Márketing. Ya ves papá, de algo sirvió que estudié la carrera de comunicación y márketing.
- Vestirlo como quieras.
Es Halloween y quieres vestirlo de Wayne´s World. Do it! La belleza de esta edad es que todavía puedo disfrazarlo de lo que yo quiera y no me va a reclamar porque quiere ser un Minion, Peppa o Iron Man, que no está mal, pero mientras puedo, quiero aprovecharme de su ignorancia y disfrazarlo de lo que YO quiera. Por que el año que entra, yo creo que ya me va a empezar a decir, que es lo que le gusta.
Por estas razones me encanta esta edad. Todavía son como tus muñequitos y puedes escoger por ellos. Y este Halloween es lo que voy a hacer. El problema es que el año pasado lo disfracé de John Snow, de Game of Thrones (si no saben quién es John Snow, por favor, en este momento dejen de leerme, suscríbanse a HBO y tomen 3 días de la chamba -no importa si el pretexto es que están enfermos, que se murió su abuelita, o acaban de dar a luz estilo el programa I Didn´t Know I Was Pregnant- y échense el maratón de las 5 temporadas de la serie. Me lo agradecerán.
¡Genial entrada! 👏👏👏
Ideas para este año: http://www.oddee.com/item_98286.aspx
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Genial, Wefa!
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al America le deberia de ir…
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